El sábado 10 de junio el Centro Ana Frank organizó el primer panel Convivencia en la diversidad del pensamiento político: confrontando los discursos de odio.
El encuentro reunió a referentes de diversas filiaciones políticas y pensamientos que expresaron su preocupación por el crecimiento de los discursos de odio y la amenaza que representan para la vida democrática.
Del evento participaron Diego Marías (Subsecretario de Asuntos Metropolitanos del GCBA), María Luisa Storani (Vicepresidenta de la UCR Nacional, militante radical y feminista), Matías Molle (diputado provincial del Frente de Todos), Carolina Estebarena (Legisladora CABA, Bloque Vamos Juntos), Ignacio Hernaiz (director del Fondo Nacional de las Artes), Piera Fernández (Presidenta de la FUA), Victoria Montenegro (Legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos-CABA. Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos).
Al dar inicio al evento, Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank, mencionó: “Decidimos hacer esta serie de encuentros para potenciar el valor de la convivencia en la diversidad”.
“Hemos aprendido que demonizar y construir un enemigo y convocar a la guerra es fácil, pero construir paz es un proceso complejo porque implica empatía, inteligencia, creatividad y capacidad de construir confianza donde fue destruida. De esos valores somos representantes en el Centro Ana Frank”, resaltó Shalom.
Este fue el primer panel de otros seis que continuarán durante junio y julio y se dedicarán al pensamiento en la diversidad en el periodismo, la política, la religión, la justicia, el fútbol y las culturas juveniles.
La charla se enmarcó en una Jornada de Museo Abierto que organizó el Centro Ana Frank, a raíz del Día de los adolescentes y jóvenes por la inclusión social y la convivencia contra toda forma de violencia y discriminación (12 de junio, Ley N° 26809) y en conmemoración del natalicio de la adolescente judía.
“A 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina, mediante esta actividad el Centro Ana Frank se propone como un espacio de reflexión y revisión de prácticas que se oponen a la violencia como modelo de construcción de capital político”, concluyó Shalom.