El Festival de Teatro Joven se organizó por tercer año consecutivo en el Centro Ana Frank Argentina e invitó a los artistas seleccionados a exponer sus obras y compartir talleres de forma gratuita.
El evento comenzó el sábado 19 de agosto con el espectáculo Ana, basado en el diario de la adolescente, donde se compartieron diferentes fragmentos fundacionales para su historia, atravesados por la danza. También se presentó la obra Voces silenciadas: Las mujeres y Malvinas, basada en el recuerdo de un joven soldado perdido en la guerra, y Raíces gritando, una propuesta escénica del despertar corpóreo integral.
El segundo día, el domingo 20 de agosto, el público disfrutó de Todo lo que podríamos ser, una historia de encuentros y desencuentros amorosos, y de Pueblito, protagonizada por una adolescente a punto de vivir una de las experiencias más trascendentales de su vida, pero que se ve envuelta en una crisis de ansiedad. También estuvo la obra La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, del grupo Los Macocos, que contó la historia del Teatro argentino a través de sus protagonistas, los artistas.
El último día del festival fue el lunes 21 de agosto, cuando se presentaron El pabellón de los Millennials, donde cuatro estudiantes que creían que no tenían nada en común, empiezan una relación que los hará protagonistas de situaciones inesperadas. También estuvo Sacar el país adelante, una obra enmarcada en medio del caos ambiental y la Argentina post pandemia.
Entre los talleres que se realizaron, estuvo Teatro y salud, dictado por los payamédicos Gustavo Macías y Graciela Viscomi, el taller Explorar la limitación: dramaturgia sobre el espacio y la acción dramática, dictado por José Castillo, y el taller de iluminación, también de José Castillo.
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