El juego se ha considerado durante mucho tiempo un pasatiempo dominado por los hombres. Pero las estadísticas indican lo contrario: entre los que piden ayuda a la Línea Nacional de Ayuda al Jugador, las mujeres representan al menos el 30%. Y esta cifra va en aumento. El aumento es especialmente marcado entre las mujeres de minorías étnicas y religiosas, incluidas las comunidades judías. Entonces, ¿por qué las mujeres, a menudo ocupadas con la familia y la crianza de los hijos, se ven tan atraídas por el mundo de las apuestas? La respuesta no es tan sencilla como parece.
La historia de Miriam: una huida hacia el juego
A primera vista, el juego le parecía inofensivo: pequeñas apuestas, una sensación de libertad secreta, una ligera emoción. Pero pronto se convirtió en su única vía de independencia. A los 18 años le pidieron que se casara, y ella aprovechó la oportunidad con la esperanza de que la vida de casada le trajera la libertad.
Durante un tiempo, el juego desapareció de su vida. Pero tras el nacimiento de sus dos hijos, Miriam se sintió de repente atrapada en la misma trampa que había sentido de niña. Empezó a jugar de nuevo, sólo que ahora el dinero que se suponía que tenía que destinar a comida y servicios públicos lo desviaba a las apuestas. Cuanto más perdía, más quería recuperarlo. Entonces llegó el momento en que se dio cuenta de que la situación estaba fuera de control.
La historia de Amanda: una vida de lujo pero insegura
Amanda vive en uno de los prestigiosos barrios de Leeds. Hace tres años se conectó por primera vez a un sitio de bingo en línea. Al principio era un pasatiempo inofensivo: un par de apuestas durante el café, una ligera sensación de excitación. Pero poco a poco las cantidades empezaron a crecer. Un día gastó 3.000 libras en una mañana. Para ocultarlo, mintió a su marido sobre la compra de ropa para el bar mitzvah de su hijo. «Quiero dejarlo, pero cada vez encuentro una excusa para volver a jugar. Me pongo un poco nerviosa y echo la mano al teléfono», admite.
Sentía que perdía el control de su vida a medida que su ludopatía se descontrolaba. El dinero que le habían dado para llevar la casa ahora lo utilizaba para jugar.
¿Por qué las mujeres se vuelven adictas al juego?
Los psicólogos identifican varios factores clave por los que las mujeres, sobre todo las de comunidades tradicionales. La rutina diaria, el estrés, la falta de realización personal... todo ello hace que busquen una liberación emocional. El juego se convierte en una forma ilusoria de «salir» de una vida en la que se sienten atrapadas.
La creciente disponibilidad de entretenimiento de juego también influye. Hoy en día, para empezar a jugar basta con sentarse delante de un ordenador o descolgar el teléfono. Encontrar un casino en línea también es bastante fácil. Para ello ayuda analizar el motor de búsqueda, la publicidad en las redes sociales o los sitios de reseñas temáticas. Nuestros autores estudiaron uno de los mayores sitios de este tipo y encontraron allí reseñas de muchos casinos en línea modernos. Todo se hace en cuestión de minutos, lo que hace que el umbral de entrada en el juego virtual sea extremadamente bajo.
El primer paso para hacer frente a la adicción es reconocer el problema. Es difícil, pero sin ello nada cambiará. Después es importante buscar apoyo: psicólogos, grupos especializados, asesoramiento anónimo. En el Reino Unido hay organizaciones que ayudan a las personas con adicción al juego, como GamCare y el National Gambling Support Service. Ofrecen ayuda gratuita, asesoramiento y terapia.